Qué triste, intento escribir y es lo primero que se me viene a la mente, qué triste... Me da tristeza todo esto, supongo. Veniamos bien che, que pasó? Dónde nos quedamos?
Yo un poco me quedé en ese momento de furia donde no te importó más nada, ni yo, ni mi casa, ni lo que podías generar en mí. Otro poco se fué cuándo me dijiste cómo vestirme, y no es que fuera a hacerte caso, pero para mí, que vos eras el mundo, preferí hacerte sentir a gusto. Después hubo un día en particular, donde yo empecé a hacerme cargo de mis orgasmos y a vos no te supuso ningún desafío, ni cómo tocarme, ni qué me gustaba más, simplemente te aliviaste de que eso estuviera resuelto. Te pedí mil veces que salgamos, que hagamos cosas sencillas, de amor y de risas.
Y un poco, pero en realidad un mucho, me quedé cuando ví que desde el día que nos conocimos a hoy, no habías crecido ni un centímetro. Venías con ideas kilométricas y todo quedó acá adentro, adentro de mi depto de 2x2
Qué triste.
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