" Si es que queres. Me gustaría que nos juntemos.
Me caes bien.
Querer quería cuando me lo propusiste
con una semana de anticipación,
lo quise toda esa semana, y la verdad,
ahora me siento como el cuento de pedro y el lobo,
sin ofender.
No me ofendo. Para nada, estuve mal y por eso te conté
porque no respondí más. No insisto, si tenes ganas,
me gustaría. No digo ahora, quizás la otra semana.
Se que estuviste mal,
pero de verdad me podrías haber avisado con tiempo,
de onda, por respeto aunque sea,
la bola de cristal no me pasó el control de aduana todavia.
Por eso te pido perdón,
la verdad que fue en lo último que pensé,
porque no andaba con muchas ganas de nada. "
No quiero ser el último pensamiento de nadie,
salvo que sea cada noche antes de dormir.
No hay comentarios :
Publicar un comentario