Hablemos de los globos de cumpleaños: se inflan, no mucho para que no exploten, pero lo suficiente para que queden "lindos" y adornen el momento. Por lo general van acompañados de 2 o 3 más por todo el lugar. Algún nene va a querer uno para jugar hasta pincharlo, el otro va a llorar cuando explote. Al día siguiente ya no tienen mucho sentido, tres días después, si no los sacaste de un tirón, ya pasan a la ridiculez. Y a partir de la semana, se desinflan solos.
Ahora, cambiemos los globos por ilusiones.
Ni hablar de las piñatas.
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