miércoles, mayo 9

Historias



Le susurré "no te muevas" y me acerqué lentamente al ángulo preciso de su hombro y su latiente yugular. Absorví todo el aire que nos rodeaba y luego, con el corazón en shock, me alejé. Miré al frente, y con la mirada en blanco, solo pude decir "es demasiado."

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