lunes, mayo 7

Es mejor dejar volar los pensamientos antes de herir con palabras. Un alma es capaz de purificarse cuando se lava de prejuicios y acusaciones, y deja brillar la propia esencia. Al fin y al cabo ¿Quiénes somos para poner al culpable en el banquillo de acusados?  

Cuidado... 
quien mucho acusa, poco reconoce.

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