viernes, diciembre 18

La era de la incomunicación

A ver, paremos un poquito, pensemos un rato. Es que se me está haciendo un nudo en el estómago del tipo de comunicación absurda que rodea nuestras vidas. Basta de ponerle "tonito" a cada mensaje que leemos, ¿porque saben qué? El famoso tonito, está dentro de nuestras propias cabezas, y rara vez, coincide con la verdadera intención. 


Dediquemosle tiempo a levantar el tubo y realmente verificar, 
o mejor aún, tocar un timbre, 
tomarnos una fresca, 
vernos la cara, 

 y querernos más.

jueves, diciembre 17

Activar el plano del querer

¿Que pasa si dejás que la vida te sorprenda? Que te llene, te desdibuje, te lleve.

Una parte de la que no todos hablan es cuando dejas que las cosas sucedan, y no suceden. Que pensándolo bien es una suerte de expectativa, porque así tiene que ser. ¿No nos vemos haces meses? Así tiene que ser. ¿No fuí a esa reunión donde esperabas encontrarme? Así tiene que ser. ¿No viniste a mi fiesta de cumpleaños? Así tenía que ser... Si dejamos que los eventos nos sucedan, por encima, a veces puede que también nos rindamos a confiar, y no activemos el plano del querer.

Cada día es una oportunidad para levantar el teléfono y preguntar ¿Cómo estás? No nos vemos pero siempre pienso en vos. Y será más que suficiente para que suceda, para que así sea.

miércoles, diciembre 16

La confianza es el camino

La confianza, como buena herramienta, nos permite ir seguros, sin miedo, sin ataduras. Cuando uno se anima, a confiar, más allá de las personas, más allá del camino, más allá del sol, todo vuelve traducido en amor. La confianza en la vida que tenemos, el camino que trazamos, el confiar en las elecciones que hacemos aunque hagan ruido en algun rincón. Todo lo que está rodeado de confianza enriquece, solo hay que saber bien de qué manera confiar. Suena complicado, y habrá un montón de peros, pero yo les digo algo: cuando se confía en la esencia del amor, en su más pura expresión, nada lo nubla.

Al final de este camino, me doy cuenta que no hay final, que todo sigue, todo sucede, y todo llega, y no hay nada más lindo que entregarse, y confiar con el corazón en todo lo que viene.


Oficios

Voy a dedicarme a ser feliz por un momento, 
 sólo que no pienso medir el tiempo.

Construirse más

Lo logramos, ayer lo logramos. Nos entendimos las mañas y logré que subiera por la escalera.

Basta de sufrimiento para los dos, nos reimos, jugamos,
nos construimos mutuamente.

Una de cal y una de arena

Ya pasaron 4 días. Ayer llegue y había cartón picado por toda la casa, eran unos cartones de huevo que junté no sé para qué, fué el primer día de Willie sólo en casa. Hizo pis en el balcón. Salimos 40 minutos a caminar, e igual no quiso entrar. Me duelen los brazos de arrastrarlo por la escalera. Ya no sale rajando cuando abro la puerta, casi nunca, salvo anoche que se la bancó abierta un buen rato y no pudo con su genio.

Es agotador, no me gusta tener qe enojarme todo el tiempo, pero confío en él, va a aprender

domingo, diciembre 13

Cerrajería

Adopté un perro, de la calle. Tiene 11 meses, es mediano, y deja pelos en todos lados.
Vamos por el segundo día juntos.

Ayer me despertó a las 6 am, me aguantó hasta las 8 y salimos a que haga sus cosas, pero no llegamos a cruzar el portón que las hizo en la entrada. Y es que nunca tuvo un lugar para hacerlo.

Estaba por salir a comprarle su correa y pretal, y ni bien abrí la puerta salió rajando, yo atrás de él, y atrás mío la puerta, con la llave por dentro, se cerró. Willie, sin correa, corriendo por las escaleras, y yo atrás. No me hace caso, no me reconoce, cuanta gente habrá cruzado que nunca le dió órdenes, nunca lo retó, nunca lo abrazó. Y llamamos al cerrajero, y nos abrazamos mientras esperábamos.

A la tarde salimos una vez más, antes que se largara a llover. A la vuelta no quiso entrar, aprendió a sacarse el pretal, y no quiso entrar. Quise convencerlo, por su propia voluntad, y no hubo caso. Todavía no entiende que ésta también es su casa.

Esta mañana tampoco quiso entrar, lo volví a alzar.

Me abraza cada vez que lo mimo. Sí, me abraza. Con sus patas delanteras me sostiene, me arropa, mientras que las traseras se cercioran de que sigo ahí. Y juega, muerde su correa y tironea. Duerme de costado, panza arriba, y llena todo de pelos.

Se morfó una planta que tenía en el balcón, y la vomitó. Y cuando salimos se hizo un buffet de hojas verdes. Está mal de la panza, y yo también.

Hoy, arrocito para todos.
Mañana, más amor.

jueves, diciembre 10

Es posible

Que difícil, entender que trabajar de lo que uno ama,
no es tan simple como parece.
Es posible, pero hay que saber cuidarlo,
y no al trabajo


 sino al amor.

miércoles, diciembre 9

Lo disfrutaba

En mi casa no te llevabas un vaso de agua a la mesa de luz. No se hablaba en la cena y se almorzaba en la compu. En mi casa los domingos se dormía y no se cenaba. Había más computadoras que personas en la misma habitación. El sillón era incómodo, igual que las visitas. El asado se hacia rápido. En mi casa no se aceptaba ninguna mascota para querer. Sólo peces y dos tortugas. En mi casa sólo te podías bañar a la tarde, para no joder.
En mi casa no todo era una cagada, porque así crecí, y yo lo disfrutaba.

martes, diciembre 8

Relaciones 3.0




" Si es que queres. Me gustaría que nos juntemos.
Me caes bien.


Querer quería cuando me lo propusiste 
con una semana de anticipación, 
lo quise toda esa semana, y la verdad, 
ahora me siento como el cuento de pedro y el lobo, 
sin ofender.


No me ofendo. Para nada, estuve mal y por eso te conté
porque no respondí más. No insisto, si tenes ganas,
me gustaría. No digo ahora, quizás la otra semana.


Se que estuviste mal, 
pero de verdad me podrías haber avisado con tiempo, 
de onda, por respeto aunque sea, 
la bola de cristal no me pasó el control de aduana todavia. 


Por eso te pido perdón,
la verdad que fue en lo último que pensé,
porque no andaba con muchas ganas de nada. "




No quiero ser el último pensamiento de nadie, 

salvo que sea cada noche antes de dormir.