jueves, enero 14

Desconectado

Soy concientemente feliz, como nuevo estado general. Aunque hay una penita que no se vá, que ataca en los días grises, que se repite, desde siempre. Hace su trabajo fino y se oculta demasiado bien. Es la que me recuerda que al final del día, no hay con quien compartir. No hay un amigo, no hay un hermano, un padre, o mucho menos un amor.
No hay con quien compartir, con quien conectar.

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