La confianza, como buena herramienta, nos permite ir seguros, sin miedo, sin ataduras. Cuando uno se anima, a confiar, más allá de las personas, más allá del camino, más allá del sol, todo vuelve traducido en amor. La confianza en la vida que tenemos, el camino que trazamos, el confiar en las elecciones que hacemos aunque hagan ruido en algun rincón. Todo lo que está rodeado de confianza enriquece, solo hay que saber bien de qué manera confiar. Suena complicado, y habrá un montón de peros, pero yo les digo algo: cuando se confía en la esencia del amor, en su más pura expresión, nada lo nubla.
Al final de este camino, me doy cuenta que no hay final, que todo sigue, todo sucede, y todo llega, y no hay nada más lindo que entregarse, y confiar con el corazón en todo lo que viene.
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