Voy a dormir lo que haga falta y posponer lo que no. Cambiaré desayunos por almuerzos y meriendas por dobles cenas. También voy a llorar lo que tenga que llorar: una noche, una partida, alguna desilusión, y alguna que otra vez será solo por un mes. Voy a andar sin maquillaje, sin corpiño y sin verguenza todas las veces que se me antoje la experiencia. Puedo guardar la decencia en un armario y sortear a voluntad todas las penas de estos años.
Puedo y debo, a la conciencia, hacer cuanto se me antoje, sin mucha ciencia.
No hay comentarios :
Publicar un comentario