Le regale tanto, gratuitamente, y me llevé tan poco, que le pedí todo. Todo lo mío, mis pisadas, mi pelo enmarañado después de hacer el amor, mi presión baja del verano pasado, las almohadas que compartimos, y la heladera donde guardó su corazón todo este tiempo. Y me devolvió, todo, espero no olvidarme de nada dijo... y aca estoy yo, sin nada, deseando poder olvidarme de todo.
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