Dejé de tomar té.
¿Por qué dejé de tomar té?
Porque dejé de mirar películas.
Dejé de destacar grandes frases.
¿Por qué dejé de destacar grandes frases?
Porque dejé de mirar películas.
Dejé de tener esperanzas.
¿Por qué dejé de tener esperanzas?
Porque dejé de mirar películas.
Dejé de creer en el príncipe azul.
¿Por qué dejé de creer en el príncipe azul?
Porque dejé de mirar películas.
¿Por qué dejé de mirar películas?
Porque CUEVANA no puede andar peor.
Señores creadores de Cuevana, me arreglaron la vida, para luego cagármela.
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