Quiero volver.

Es como que estaba resignada a estar sola, cuando uno se resigna a algo ese algo deja de pincharle la espalda, pesa pero no molesta. Y alguien me pidio que tirara la mochila por un rato, y claro, me acostumbre. Ojalá nunca la hubiera descolgado, esa idea del amor divino es puro veneno, lo querés, lo tragás y una vez que está adentro ya es muy tarde para sacarlo. La encontré de nuevo, tiene algún que otro pinche . Me acostumbré tanto que se llenó de clavos, y ahora que me la tengo que colgar de nuevo, duele. Ahora la tengo que bancar SOLA, y tengo un dolor acá, de tanto esfuerzo, que no aguanto más.