Hay cosas que
no deben separarse, el cielo y la tierra, un par de zapatillas, las hojas de un cuaderno, o
la familia... La familia
no debería pasar más de un mes sin verse, por algo Dios nos la dió, para que nos acompañe siempre y crezcamos llenos de
recuerdos. No debería ser diferente, no deberían pasar
5 años sin reconocer tu propia sangre, sin risas, sin un secreto pícaro, sin un mate, porque luego sucede que querés encontrar ese calor y es simplemente demasiado tarde, o
lo encontrás,
y sigue siendo demasiado tarde porque todo es diferente ya. No debería suceder,
no debería sentir ese dolor cada vez que me despido.
Llamado a la solidaridad: si vas a un recital y encontrás una zapatilla solita, revoleala a la multitud, su compañera la está buscando.