lunes, febrero 26

El camino que elegí

Un dia tuve la suerte mirarme al espejo y encontrarme, saber quien era, qué queria, y como quería vivir mi vida. Ese mismo dia lloré, un poco de felicidad, un poco por melancolía. Y comencé el camino más largo, el de aprender a ponerme primero, para poder dar siempre lo mejor de mí a quien tuviera en frente. En ese camino algunas personas tuvieron que quedar atrás, porque en cada paso el caminar era distinto, y ya no podíamos ir al mismo ritmo. Varios años después, todavía hoy, lo transito y les aseguro que de fácil nada tiene, hay golpes, incertidumbre, piedras, y algún que otro desvío. Pero con el tiempo se me unió un montón de gente que camina a la par, que me alienta cuando estoy cansada, y con la que solo por charlar el camino se disfruta.

 Y al final del día, cuando pienso en el destino,
 creo que ya no me importa más a donde voy,
 sino lo importante que es caminar así.