¿Cuántas veces has entendido algo
sino hasta que lo viviste?
Todos tenemos esos momentos en que pensamos lo inútil que es preocuparse por el auto que no podemos comprar, la casa que no podemos tener, la pareja ideal que no hemos encontrado o la familia disfuncional que nos ha tocado.
Todos hemos visto a alguien llorar sin motivos suficientes y creemos que no conoce lo que es el sufrimiento.
Pero déjame decirte algo, ningún dolor es más grande que otro. No hay medida para el dolor, simplemente hay diferentes envases para llevarlo. Si algún día ves alguien que sufre y te parece pequeño su dolor, insignificante, recuerda que esa persona sufre, de la misma forma que todos los demás.
Y si aún así crees que sufre menos,
alégrate por ella,
pero no menosprecies su dolor,
porque así tal cual lo dice la palabra,
es seguro que le duele.